Hola amigos, este domingo pasado, mirando el diario, me vi sorprendido por una noticia (bah!, ya no me sorprende demasiado)
La noticia hablaba de que aunque todos sabemos que el mundo esta inmerso en una impresionante crisis económica, los países centrales superdesarrollazos invierten grandes cantidades de dinero en seguirse armando militarmente……
Parece una contradicción, ya que con el 10 % del dinero que se invierte en armamento, podrían solucionar tranquilamente el problema de la hambruna en todo el globo. Sin embargo los presupuestos para la fabricación de armas no han bajado, al contrario, cada vez es más.
La noticia hablaba de que aunque todos sabemos que el mundo esta inmerso en una impresionante crisis económica, los países centrales superdesarrollazos invierten grandes cantidades de dinero en seguirse armando militarmente……
Parece una contradicción, ya que con el 10 % del dinero que se invierte en armamento, podrían solucionar tranquilamente el problema de la hambruna en todo el globo. Sin embargo los presupuestos para la fabricación de armas no han bajado, al contrario, cada vez es más.
Países como EEUU, Francia, Bélgica, Reino Unido, Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Venezuela, Chile y Colombia, entre otros, siguen invirtiendo sus billetes en la construcción de armamentos. Algunos generando armas de última generación, otros comprándoles a los países centrales. Simultáneamente la crisis económica del sistema neoliberal o de la economía libre de mercado, muestra cada día nuevos millares de trabajadores desocupados en muchos de esos países.
Salvando todas las distancias entre cifras y calidad de armamentos en los que cada uno de dichos estados está invirtiendo gran parte de sus presupuestos, lo importante es revisar este escenario en el cual crisis y desarrollo armamentista no se contraponen, sino que incluso en la cabeza de algunos dirigentes mundiales se potencia. Francia estos días ha decidido tomar otro protagonismo dentro de la OTAN, y ha apoyado tal postura en el gran mercado de negocio de armas al tercer mundo.
Los números siempre ocultos o semiocultos de la carrera armamentista, muestran que la venta de armas (legal e ilegal, ¿Qué importa?) es el principal negocio mundial. La fabricación de nuevos conflictos armados (pequeños o grandes, ¿Qué importa?) es la lógica consecuencia del tal desarrollo y en ello siguen poniendo su esfuerzo muchos departamentos de Estado a fin de garantizar recursos que puedan paliar aspectos de la actual crisis financiera. Entre tanto diez niños mueren de hambre, enfermedades curables y desolación a cada minuto en mundo.
Lamentablemente habría que preguntarse porque no son escuchadas las voces de tantas generaciones anteriores que sufrieron las consecuencias de las guerras, cuyo eco sigue aun escuchándose, en todos los lugares donde continúan dejando su siniestra estela de muertos, desaparecidos, inválidos, refugiados, y desplazados.
Ojala que las nuevas generaciones se tomen la guerra como el pibe del dibujo, y cambien definitivamente la forma de enfocar el futuro….
Un abrazo para todos…
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